¡Gracias persona querida!
No esperes nada de la vida, porque por muchas acciones buenas que tu realices, ella no te va a compensar, no tiene en cuenta los sentimientos y la autoestima de cada uno, es cruel y despiadosa.
Dolorosas espinas de las bellas y rojas rosas se están clavando en mi corazón ¿Cuál es su propósito? No lo se… Odio este dolor, es infernal, pero sé que hay cosas que nadie puede cambiar nos tenemos que acostumbrar a los esdevenimientos que la vida nos ofrece, esas dificultades que no encontramos en nuestro camino, ese camino incierto, que sabes dónde empieza pero no donde termina.
En la vida habrá momentos felices, DISFRUTALOS, y momentos dolorosos, SUPERALOS.
Lagrimas de mi surgen y no tengo la suficiente fuerza para pararlas y me pregunto ¿Dónde está mi valentía? Odio ser la chica que veo en el espejo, esa chica desolada y perdida ¿Cuándo encontrare mi camino? Puede que esto sea lo que menos me preocupe ahora mismo, lo que realmente quiero es fuerza, fuerza para cambiar el destino de una sola persona, quiero salvarla de lo que la mayoría de las personas tememos, la muerte, ella con valentía se afronta a ella, sin temor de ser comida por esta, ella, alguien que quise con locura en mi infancia, ella, que odie en mi actual adolescencia, y ella, por la cual lloro ahora mismo. Vida injusta, horrenda, mortífera, ¿Qué quieres de los humanos? ¿Para que venimos al mundo? El destino supongo… Odio el hecho de que por mi cabeza se pase la simple y vulgar idea de pensar que solo venimos para sufrir, debe haber algo más.
Al cerrar mis ojos, mis recuerdos junto a ella me invaden y una extraña pero maravillosa sensación me invade, dejando caer frágiles lágrimas que inundan mi rostro, esas odiosas lágrimas.
El pasado no regresara, desconozco el futuro, vivo el presente, soy consciente de lo que pasa a mi alrededor, me di cuenta de que tengo que disfrutar lo que tengo, que es mucho, una gran familia que voy a cuidar con el alma, sé que no me tengo que rendir, pero ahora me encuentro débil y perdida, algún día podre alzar mis ojos al cielo y seré capaz de decir: Ya sé cuál es mi camino.
Gracias, tú, persona querida, que siempre fuiste luchadora, por dejarme estos hermosos recuerdos, gracias por existir, pero sobre todo gracias por estar a mi lado ¡GRACIAS!